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USAR EL AIRE ACONDICIONADO DE FORMA EFICIENTE PODRÍA AHORRAR 1000€ EN COMBUSTIBLE

Se recomienda mantener los filtros limpios y ajustar la temperatura entre los 20 y 24 grados. Cuando se baja de esta temperatura, el gasto puede aumentar un 10%.

Un mal uso del aire acondicionado podría incrementar el consumo de carburante entre el 5% y el 20%. Además, tenerlo encendido de forma continuada elevaría el gasto en un 8%, según los datos, que destaca la importancia de utilizarlo solo cuando sea necesario y apagarlo en ciudad a bajas velocidades, abriendo las ventanillas en su lugar.

Sucede todo lo contrario en carreteras cuando se circula más rápido: las ventanillas abiertas aumentan la resistencia del vehículo y, en consecuencia, el consumo. En cualquier caso, antes de encenderlo es recomendable enfriar el coche unos minutos para que el sistema trabaje menos.

También es clave mantener los filtros limpios y ajustar la temperatura entre los 20 y 24 grados. Cuando se baja de esta temperatura, el gasto puede aumentar un 10%.
Más allá del aire acondicionado, mantener el vehículo en buen estado es otro punto fundamental. Esto incluye los filtros, lubricantes, líquidos, etc., pero cabe resaltar, además, la revisión la presión de los neumáticos: una presión 0,3 bares por debajo de lo recomendado por el fabricante aumenta el consumo de carburante un 3% e incrementa el desgaste de las ruedas.

Igualmente, acelerar y frenar de forma brusca tampoco es conveniente, por lo que lo ideal es mantener una velocidad constante. Al acelerar, se utiliza la energía del carburante para propulsar el coche y parte de ella se desperdicia en la frenada. Circular con marchas largas, que mantienen el motor a bajas revoluciones, es también una buena opción.

En términos generales, el consumo de carburante aumenta en función del aumento de velocidad. Por cada 20 km/h que se aumenta la velocidad, crece en un 44% el gasto en carburante. Por ejemplo, cuando se superan los 100 km/h, aumentar la velocidad en 20 km/h hace que el consumo pase de 8 l / 100 km a 11,5 l / 100 km. Esto se traduciría en un aumento de casi 1.000 euros más al año en gasolina y de alrededor de 700 euros en los diésel.

Por otro lado, algunas aseguradoras ofrecen descuentos en combustible para determinadas gasolineras y otras sortean cheques gasolina todas las semanas. Estas iniciativas van variando y se recomienda revisar las condiciones cuando se contrata una póliza. Utilizar una aplicación que revise los precios del combustible en las gasolineras también puede ayudar a ahorrar unos euros.

Llenar el vehículo hasta los topes al salir de viaje es otra práctica a evitar. De hecho, el uso de bacas o remolques, aunque soluciona los problemas de espacio, puede afectar a largo plazo al rendimiento del vehículo y engrosa la factura en gasolina: una carga adicional de 100 kilos supondría un 7% más de gasto en combustible.

Fuente: https://www.posventa.info/