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CÓMO INFLAR LAS RUEDAS DEL COCHE EN UNA GASOLINERA

El estado de los neumáticos es muy importante, así como la presión que nos recomienda el fabricante para su correcta utilización. Por ello, conviene comprobarla regularmente para que todo esté en orden.

Ya hemos tratado en anteriores ocasiones de la importancia de comprobar las presiones de los neumáticos de nuestro vehículo al menos una vez al mes, pues si mantenemos al día las ruedas (cuándo cambiar las ruedas del coche) la seguridad mejorará y el riesgo de sufrir un accidente disminuirá. Es por ello que conviene acordarse de pasar por una determinada estación de servicio con la frecuencia recomendada ya que las consecuencias no pueden ser mejores y la dificultad de la operación en cuestión es mínima, tal y como descubrimos a continuación.

Antes de nada, cabe tener en cuenta que las comprobaciones se deben realizar antes de emprender un viaje por carretera y no durante este, pues el rozamiento de los propios neumáticos con el asfalto hace que aumente la temperatura en el interior de estos, lo que también implica un incremento en la presión. Esto provocaría que la lectura obtenida en el manómetro no sea la correcta, teniendo que añadir 0,2 o 0,3 bares a la presión indicada por el fabricante. Por todo ello, mirar la presión de las ruedas es una operación que se debe realizar con los neumáticos fríos (no es recomendable recorrer más de cinco kilómetros).

¿QUÉ PRESIÓN DEBEN LLEVAR LAS RUEDAS?
Como decimos, la presión de los neumáticos se comprueba haciendo uso de un manómetro, un instrumento que está presente en la mayoría de estaciones de servicio de nuestro país y cuyo uso puede requerir del pago de una pequeña cantidad de dinero en algunas gasolineras. Antes de conocer los pasos a seguir, conviene responder a la siguiente pregunta: ¿cómo saber que presión deben llevar las ruedas del coche?
La respuesta a esta cuestión es bastante fácil de encontrar ya que tan solo tendremos que buscar una pegatina que habremos visto en numerosas ocasiones al abrir la puerta del conductor. No obstante, es posible que su ubicación no sea esta y tengamos que dirigirnos a la tapa del depósito de combustible para encontrarla. En caso de no hallarla en ninguna de estas dos ubicaciones, siempre tenemos la opción de acudir al manual de instrucciones del vehículo, donde descubriremos en los últimos capítulos una serie de datos técnicos del mismo, incluyendo la presión recomendada por el fabricante.

¿CÓMO SE COMPRUEBA LA PRESIÓN DE LAS RUEDAS?
Cada vehículo requiere de una presión determinada, ya que no hay un registro universal, aunque los neumáticos inflados entre un rango de 2 a 2,5 bares estarán dentro de unos niveles normales, tal y como explican desde el RACE. Aquellos conductores que hayan adquirido su vehículo a partir del 2014 gozan de unos sensores encargados de avisarles cuando la presión sea inferior a la registrada, por lo que tendrán más fácil identificar si una de las ruedas circula con presiones bajas o no. Estos dispositivos también están presentes en los coches más baratos del mercado.

Ahora sí, estos son los pasos a seguir para inflar las ruedas de los neumáticos en la gasolinera:

· Quitar el tapón del extremo de la válvula de aire de la rueda.
· Situar la boquilla del manómetro presionando hacia abajo de forma rápida y firme hasta que deje de escucharse el silbido del aire escaparse.
· En el medidor se mostrará la lectura, principalmente en kg/cm2, por lo que habrá que compararla con la recomendación del fabricante.
· Si esta es superior, bastará con presionar un botón del manómetro o la propia válvula para que se escape un poco de aire. Repetir la operación varias veces hasta que la presión sea la adecuada.
· Si la lectura es inferior, habrá que pulsar el botón opuesto del citado instrumento para inflar el neumático.
· Una vez realizada la operación se debe colocar el tapón retirado previamente hasta que quede en su sitio.

Por último, pero no menos importante, conviene acordarse de revisar la presión de la rueda de repuesto, que está pensada para circular a un máximo de 80 km/h y con una presión de inflado de entre 3,5 y 4,5 bar. Un mal uso de este elemento podría aumentar el riesgo de sufrir un accidente o provocar que nos sancionen. Esta práctica no es tan habitual ya que no se encuentra entre las multas de tráfico más comunes.

Fuente: BORJA DÍAZ, www.caranddriver.com/